Ya sea porque hoy las mujeres dedican mucho más tiempo a sus carreras, porque las pioridades cambiaron, o porque formar una pareja estable es mucho más complicado que antaño, lo cierto es que muchas mujeres desafían al reloj biológico, buscando su primer embarazo cuando la curva de fertilidad ya está descendiendo. A los 40 son muchas las mujeres que se plantean ser madres por primera vez, una decisión importante que se debe tomar con responsabilidad.

Los embarazos a los 40 son considerados de alto riesgo, pero hoy por hoy, son posibles y con un porcentaje de éxito altísimo, si la madre prepara tanto su cuerpo como su mente para la llegada del bebé. Es necesario llevar una dieta equilibrada, un rutina de ejercicios y hábitos sanos, y por supuesto, llevar un control prenatal durante la gestación.

El primer problema al que se enfrenta una mujer a los 40 años para ser madre, es la dificultad de quedar embarazada debido a que la ovulación se presenta con menor frecuencia y en caso de presentarse algún problema ginecológico (endometriosis, ovarios poliquísticos), la fertilidad disminuye considerablemente.

Si finalmente consigue quedarse embarazada, tanto por la «vía natural» como por inseminación artificial, la gestación se considera automáticamente de alto riesgo debido a la edad de la mujer y en caso de no haber llevado una vida saludable, puede sufrir problemas de salud tales como:

• Hipertensión arterial: retrasa el desarrollo del bebé en el útero

• Problemas cardiacos

• Diabetes: puede derivar en defectos congénitos en el bebé

• Problemas renales

Para evitar tales complicaciones, una mujer antes de quedar embarazada, debe realizarse un chequeo médico intensivo que incluya los antecedentes médicos personales y familiares, con toda esta información el ginecólogo puede prever posibles problemas y adicionalmente preparar el cuerpo de la madre para estar en óptimas condiciones para la concepción y el embarazo. El médico determinará si es necesario

Aunque en España la Seguridad Social cubre la inseminación artificial en casos de problemas de fertilidad y otras técnicas de reproducción asistida (para ello se deben cumplir ciertos requisitos) muchas mujeres optan por las clínicas privadas ya que difícilmente lo puedas hacer por la S.S. siendo madre soltera por elección, y encima, las esperas son bastante largas. En el ámbito privado un ciclo de dos inseminaciones oscila entre 800 – 1000 euros, a ello hay que añadir el coste de la medicación, que corre a cuenta de los pacientes. La fertilización in vitro (FIV) asciende por encima de los 2500/3000 euros, más los costes de la medicación que también corre por cuenta de la paciente.

Por suerte existen hoy en día métodos de fertilización para cada caso, se puede seguir y controlar un embarazo hasta el más mínimo detalle y con absoluta tranquilidad, para que el sueño de ser madre, sea un camino a recorrer con puerto seguro.

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