Crianza, Familia, Maternidad

Cuando el apego duele: ¿cómo criar con respeto sin dejarte a ti misma de lado?

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Criar desde el respeto no significa que tengamos que sacrificarnos por completo. Muchas madres comprometidas con la crianza con apego sienten que se pierden a sí mismas en el proceso. En este artículo abordamos cómo sostener una crianza consciente sin renunciar a nuestra identidad.

La trampa invisible de la entrega total

Una de las características más bellas y potentes de la crianza con apego es el nivel de presencia que requiere: escuchamos activamente a nuestros hijos, sostenemos sus emociones, creamos vínculos seguros. Sin embargo, en ese camino, muchas madres se sienten invisibles. ¿Cuántas veces hemos dejado de comer, dormir o incluso de ir al baño por no soltar al bebé que llora? ¿Dónde queda el descanso, el deseo, la realización personal? La crianza respetuosa no puede ser solo hacia los niños. También tiene que ser hacia nosotras mismas. Si nos perdemos en el dar constante, tarde o temprano aparece el resentimiento, el agotamiento o incluso la ansiedad y la depresión posparto prolongada.

¿Es egoísta pensar en una misma?

No. Es necesario. Una madre que se cuida, se respeta y se escucha es un modelo de salud mental y emocional para sus hijos. No se trata de elegir entre tú o tu hijo, sino de incluirte también en la ecuación. El autocuidado en la maternidad no se limita a un baño caliente con velas (aunque se agradece). También es:
  • Poder pedir ayuda sin culpa.
  • Decir que no a una actividad si estás agotada.
  • Darse permiso para aburrirse o para hacer algo solo por placer.
  • Delegar.
  • Tener una red de apoyo.

Cómo detectar que te estás perdiendo a ti misma

Si te sientes constantemente frustrada, reactiva, agotada o vacía, puede que estés dejando de lado tu propia voz. Algunas señales comunes incluyen:
  • Sensación de estar en automático.
  • Irritabilidad constante.
  • Dificultad para conectar con tu pareja o contigo misma.
  • Pérdida de deseo o motivación.
  • Sensación de soledad, aunque estés rodeada.
Estos son indicadores de que necesitas reconectar contigo. La crianza respetuosa no debería hacerte desaparecer, sino transformarte con amabilidad.

¿Qué puedes hacer para recuperar el equilibrio?

  1. Revisa tus creencias: Muchas veces creemos que ser una buena madre es sacrificarse por completo. Es momento de romper con esa narrativa.
  2. Reserva tiempo para ti: Aunque sea 15 minutos al día. Tu bienestar también cuenta.
  3. Redefine el éxito en la maternidad: No es tener la casa limpia ni hijos que siempre obedecen. Es criar con amor y conexión, sí, pero desde tu humanidad.
  4. Busca tribu: Habla con otras madres. Comparte lo que sientes. La culpa se reduce cuando vemos que no estamos solas.
  5. Pide ayuda profesional si lo necesitas: Una terapeuta puede ayudarte a reconciliar tu identidad como mujer y madre.

Crear una crianza que incluya a todas

El feminismo y la crianza respetuosa se encuentran en este punto: en la necesidad de que las madres no desaparezcamos al convertirnos en cuidadoras. Criar con apego no es lo mismo que criar con abnegación. Podemos amar profundamente a nuestros hijos y al mismo tiempo mantener nuestras pasiones, amistades y sueños vivos. Incluirnos en la crianza es un acto revolucionario. Enseñamos a nuestras hijas e hijos que las mujeres no estamos para servir, sino para vivir. Que los cuidados no deben doler. Que el amor puede ser mutuo, sano y consciente. Criar con apego y respeto no significa dejar de ser tú. Al contrario, cuanto más conectada estés contigo, más amor real y sostenido puedes ofrecer. Volver a ti no es un lujo: es una necesidad. Y también es un regalo para tu familia.   Madres arrepentidas: Una mirada radical a la maternidad y sus falacias sociales https://amzn.to/441y1b5  
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